La inyección anticonceptiva es un método anticonceptivo con una eficacia del 99% si se utilizan adecuadamente. Se administra de forma intramuscular, por lo que no se reduce su efectividad por diarreas o vómitos, ya que no se administra oralmente.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
Es un método muy seguro pero su uso debe estar indicado por un médico para asegurar que la mujer no tiene ninguna afección para la que esté contraindicado su uso.
Al dejar de utilizar este anticonceptivo la fertilidad se recupera rápidamente, aunque hay mujeres que pueden tardar varios meses en recuperarla. Si no se desea un embarazo debe iniciarse un nuevo método anticonceptivo o colocarse una nueva inyección.
Tipos de anticonceptivos inyectables
Existen dos tipos de anticonceptivos inyectables principales:
- Inyección anticonceptiva mensual: es combinada, contiene tanto estrógenos como progesterona. Tras el parto no se debe utilizar hasta pasados 6 meses en caso de estar dando el pecho al bebé.
- Inyección anticonceptiva trimestral: solo contiene progesterona, por lo que es compatible con la lactancia.
En ambos casos su acción anticonceptiva se basa en evitar la ovulación, dificultar el paso de los espermatozoides al hacer que el moco cervical se vuelva espeso e impedir el crecimiento endometrial para que no pueda haber implantación.
Otros beneficios
Además de ser un anticonceptivo eficaz, la inyección anticonceptiva ofrece otras ventajas a las mujeres que la utilizan:
- Disminuye los dolores y molestias menstruales
- Disminuye el sangrado menstrual y la duración del mismo
- Disminuye el acné
- Disminuye el grosor del vello
- Disminuye la probabilidad de quites ováricos y mamarios
Sin embargo, es importante recordar que no protege frente a enfermedades de transmisión sexual (ETS), por lo que para evitar el contagio de las mismas es necesario utilizar preservativo en cada relación sexual.
Cómo utilizarla
La aplicación es intramuscular y puede hacerse tanto en el brazo como en uno de los glúteos o la pierna. La primera aplicación de la inyección debe hacerse entre el primer y el quinto día de menstruación en el caso de que sea mensual, y entre el primer y el séptimo día caso de que sea trimestral.
Las siguientes inyecciones se aplicarán siempre el mismo día del mes, cada 30 días si es mensual y cada 90 días si es trimestral. En caso de olvido se puede aplicar hasta pasados 3 días desde la fecha en que debería haberse colocado y se sigue manteniendo la eficacia anticonceptiva.
Sin embargo, si se coloca pasados estos 3 días la mujer no está protegida frente al embarazo y es necesario que utilice preservativo en sus relaciones sexuales hasta que llegue el momento de aplicarse la siguiente inyección.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios más comunes son aquellos que afectan al sangrado menstrual. Es muy común que se produzca un sangrado más leve y de menor duración, un sangrado irregular, un sangrado prolongado o que no aparezca la menstruación.
También es frecuente que las mujeres que utilizan este método anticonceptivo presenten dolores de cabeza (cefaleas), náuseas o mareos, manchas en la piel, aumento de peso o sensibilidad en los senos.
Habitualmente los efectos secundarios son pasajeros y disminuyen gradualmente. Ocurren de forma más habitual durante las primeras veces que se emplea el método hormonal, ya que el cuerpo se debe acostumbrar a él.
Se debe consultar inmediatamente con el médico en caso de dolor abdominal severo, dolor de pecho y dificultad al respirar severos, dolor de piernas severo, pérdida de visión o visión borrosa, dolor de cabeza junto con mareos, debilidad, y desorientación.